Agarras la caja con biberones y demás cosas para bebes y la abriste sin notar la tétrica sonrisa de la albina.
Todo se pone negro para ti, y de repente.
Nada, no vez nada, sin embargo, sientes como si tu cuerpo estuviera envuelto por un extraño liquido.
Mueves tus extremidades pero estás difícilmente te responden.
"Cariño, está dando pataditas"
Escuchas con eco una voz lejana, pero solo eso.
Y lentamente comienzas a desesperarte.
Pero entonces.
— ¡Jajajajajaja! ¡¿Te gusta tu regalo?!
Oyes una risa burlona, una voz femenina riéndose de alguien, de ti.
Quieres hablar pero no puedes.
— Querías experimentar con una mujer embarazada, ¡y no hay mejor forma que siendo el crio dentro de su vientre! ¡Jajajajajajajaja! Lo que coma ella lo comerás tú, ¡Así que si ella come verga entonces tu también comerás verga! ¡Jajajajajajaja! Vamos, vamos, no seas un bebito llorón jajajaja. Tendrás la oportunidad de hacer tu vida de nuevo, y mira que he sido piadosa al ponerte en el cuerpo de una niña jeje, aunque no creas que eso es gratis, ahora nacerás en uno de los peores lugares del mundo... empieza con P y termina con erú ¡Jajajaja! ¡Feliz día de los inocentes!
La voz femenina deja de sonar, dejándote solo en la oscuridad del vientre de tu nueva madre.
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