Agarras la caja con ponis y mulecas y la abriste sin notar la tétrica sonrisa de la albina.
Todo se pone negro para ti, y de repente.
— Abra grande, señorita Tutu
Frente a ti ves a una niña con un pastel y una taza de café, con una cuchara difiriéndose hacia ti.
Abriste la boca para recibir el pedazo, o al meno eso intentaste hacer.
— Cariño, es hora de ir al parque acuatico
— ¡Sí! ¡¿Puedo llevar a Tutu?!
— Cariño... sera mejor dejar a Tutu en casa, se puede perder en el viaje
— ¡No la perderé! ¡Seré muy responsable!
— Bueno... está bien, Tutu puede ir con nosotros
Y mientras procesas lo que acaba de pasar, la niña te toma como si fueras una simple caja de colores, quedando sorprendido por su fuerza, pero el brusco movimiento te permite verte, tus extremidades son de tela y llevas un vestido rosa.
Y entonces.
— ¡Jajajajajaja! ¡¿Te gusta tu regalo?!
Oyes una risa burlona
La albina en traje de bufón aparece en tu rango de visión, riéndose de alguien, de ti.
Quieres hablar pero no puedes.
— ¡Ahora podrás ver de primera mano el desarrollo de esta niña! ¡Jajajaja! ... Al menos hasta que se canse de ti, kukuku... ¡Pero incluso si eso pasa no importa, podrás ver el desarrollo de otras niñas cada que te tiren, digo, regalen! ¡¿No es eso fantástico?! ¡Todas las niñas que quieras sin que la ley pueda hacerte algo! ¡Jajajajajajajaja! ¡Nadie va a sospechar de un muñeco loliconero! ¡Feliz día de los inocentes! ¡Jajajajajaja!
Ves a la albina alejarse de tu rango de visión mientras eres cargado por la niña que actualmente es tu dueña.

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