Perspectiva de Silvie
"Nivel: 94>>>1"
"Atributos reestablecidos"
"Puntos de compra reestablecidos"
"Don -Maestra de la lujuria- eliminado"
"Don -Favor de deidad- eliminado"
"Don -Ojos de la lujuria- eliminado"
"Don -Ojos de la verdad- eliminado"
Fueron las últimas notificaciones que vi antes de desmayarme...
Y cuándo desperté...
— ¡Ah! ... ¿D-Dónde estoy...?
Me desperté en una zona boscosa, miré hacía abajo viendo que no
llevaba nada de ropa, pero fue extraño...
— ¿Café...?
Los mechones de cabello que veía frente a mí no eran los mechones
rubios con puntas rojizas que solía ver, al contrario, eran de un color
castaño.
— Espejo... ¡Espejo!
Grité tratando de llamar el espejo que tenía en mi inventario pero
no sucedió nada, cosa que solo me hizo tener más dudas.
— ¡Arco de la lujuria! ... ¡Estructura de madera: silla!
Grité una vez más pero no ocurrió nada, pasé de la duda a la
preocupación.
— ¡Stats!
Grité tratando de abrir el menú pero tampoco ocurrió nada.
— ¡Rose! ¡Maldita diosa, zorra! ¡Hija de puta, manipuladora!
¡Pendeja, trozo de mierda! ¡Perra desgraciada, bastarda! ¡Puta,
aaaahhhhh!
Rose me había quitado todo, mis hechizos, mis objetos, mi acceso
al sistema, así que enojada la maldije gritando a la nada.
— Ok... Tranquila, Silv... Tranquilizate... Maldecir a esa diosa
de mierda no va a ayudarme... Agua... Y comida, necesito encontrar una fuente
de agua... Pero... Ni siquiera sé dónde estoy
Realmente estaba perdida, por suerte el bosque no era tan denso
así que pude guiarme por la luz del sol, me dirigí hacia el norte esperando
encontrar algún río o incluso algo mejor como un pueblo.
— Mierda... Caminar sin nada que proteja mis pies es doloroso
Cada pasó que daba era molestó, podía sentir las piedras
lastimandome lentamente, no solo eso, mi pecho se sentía pesado por la falta de
algo que lo sostuviera.
Seguí caminando hasta que...
*Fushhhhhhh*
— ¡Agua!
Mis oídos captaron el sonido del agua cayendo, así que fui
corriendo con emoción, cosa que no debí hacer...
— Ah... Ah... Uff... Maldición... Mis tetas... Rebotan
demasiado...
Al no llevar brassier mis tetas rebotaron salvajemente mientras
corría, agotándome rápidamente.
— ¿Mi cuerpo... era así de débil?
Parecía que hubiera vuelto a la primera vez que llegue a este
mundo, al momento en el que era una débil y patética esclava sexual. De hecho,
empezaba a cuestionarme si saldría viva de este lugar, no tenía magia ni fuerza
física... No era nada más que una débil mujer.
Seguí caminando hasta que por fin vi el lago, pero estaba tan
cansada que termine gateando la poca distancia que quedaba hasta este, y
entonces mi vi...
— ¡¿Eh?!
Me quedé congelada ante lo que reflejaba el agua, se suponía que
era una elfo pero en el reflejo del agua solo había una mujer humana.
— Imposible, mi cabello... Mis ojos... Incluso mis orejas
puntiagudas... ¡Ya no soy una elfo!
Era lo que decía mientras tocaba mis orejas, las cuales ahora eran
unas orejas humanas.
— ... Rose...
Sin sistema y sin mis rasgos de elfo, ¿Acaso me habrá quitado algo
más? Era una pregunta con una respuesta que descubriría más tarde.
Bebí el agua del río como si no hubiera mañana, hidratando mi
lengua y mi cuerpo, tranquilizándome un poco, pero ese momento de tranquilidad
duraría muy poco.
*Grrrrr*
Se escuchó el gruñido de una bestia, de un lobo para ser más
exactos... Un lobo que me veía como su comida...
*Glup*
— L-Lindo perrito... Vamos... No quiero hacerte daño... Sí me
dejas vivir... Yo...
Trate de hablarle como si de una mascota se tratase pero es
inútil, cada paso que retrocedía el lo avanzaba.
Y envuelta en el miedo, comencé a correr,
— ¡Déjame vivir! ¡Déjame vivir! ¡Ahhh! ¡Estás malditas tetas me
están matando!
Grité mientras corría y soportaba el rebote desenfrenado de mis
senos.
Pero era inútil poco a poco el lobo acortaba distancia, y la
acción que decidiría mi destino fue mi tropiezo por la perdida del equilibrio,
una caída que me hizo golpear con una roca...
Lo último que ví antes de volver a desmayarme fue mi mano
ensangrentada así como al lobo acercarse lentamente...
-------------------------------------
— ¡Ah! ... ¿Fue solo un sueño...?
Me pregunté al despertar nuevamente, pero al ver la habitación me
di cuenta de que no era la mía, miré hacía abajo, mis pechos seguían ahí pero
ahora llevaba ropa, una camisa blanca.
— Oh, ya despertó, señorita —dijo un a voz masculina.
Volteé a ver, era un chico joven, bastante puesto
— ¡¿Qué fue lo-ahh?! —pregunte al pararme pero un dolor me
interrumpió.
— Señorita, por favor recuéstese, ya está bien... Bueno, casi, se
lastimó las piernas mientras huía del lobo, el doctor dijo que no caminara por
un par de semanas en lo que se recupera —explicó el chico.
— Gracias... Por salvarme...
— No hay de que, bueno, dejaré que descanse, volveré más tarde
—dijo el chico antes de retirarse.
Fui dejada sola en esta habitación.
— Heal... Mierda, ni siquiera puedo usar magia de curación...
Espero que Vania y Hikari se encuentren bien...
— ¿Quiénes son Vania y Hikari? —preguntó una voz femenina
— ¡Whoa!
— Jaja tranquila, soy Siri, y el tonto con el que hablaste es
Kram, mi hermano, que por cierto, lo traes como loco —Siri se presentó.
— ... Mucho gusto... ¿Dónde estoy...?
— Oh, estás en Oturf, otra de las tierras del dios de la
neutralidad
— Ya veo... Bueno... Yo... encontraré la manera de pagarles
— Oh no te preocupes, mi hermano dijo que con solo haber visto tu
cuerpo desnudo era más que suficiente
— Eh... Entonces dile que puede ver más si gusta
— Iugh... No pensé que Kram salvaría a una mujer tan puta... Creo
que mejor me voy...
Con una mirada que denotaba una pizca de desprecio Siri salió de
la habitación, dejándome sola una vez más.
— Uff...
Estando a salvo y teniendo un techo bajo el cual dormir no pude
evitar relajarme.
— Bueno... Si no puedo moverme... Supongo que es inevitable que me
complazca yo misma
Empecé a tocar mis senos pero...
— ¿Eh...?
No sentía absolutamente nada, pensé que se trataba de algún
entumecimiento así que pasé a mi vagina pero...
— ¡¿Ehh?!
¡Tampoco sentía nada! Metí mis dedos, froté mis paredes vaginales
¡Pero nada! Esa embriagante corriente de placer no apareció, no había gemidos
saliendo de mi boca. Solo había una explicación para esto...
— Rose... Juro en nombre del ser que me trajo a este mundo que me
vengaré... Te haré sufrir como no tienes ni idea...
Rose también me había quitado el placer femenino...
Me levante de la cama a pesar del dolor en mis pies, me vi una vez
más, llevaba la camisa blanca y una bragas un poco manchadas por mi toqueteo
previo.
Salí de la habitación, me encontré con un pasillo, mirando hasta
ver unas escaleras, supuse que estaba en un piso alto así que bajé.
— Oh ya te- ¡Ponte unos pantalones! —gritó Siri al verme.
— O tranquila hija, si la señorita quiere andar así por la casa
entonces no hay problema —comentó un hombre mayor.
— ¡Papá!
— Ah... Lo siento... Me pondré algo —traté de calmar a Siri.
— ¡Ven conmigo! —Siri me tomó del brazo.
— ¡Auh, auch! ¡Oye, me estás lastimando!
Pero lo hizo con tanto fuerza que no pude evitar quejarme.
— L-Lo siento... Es solo que soy la única mujer en esta familia
así que siempre sido muy reservada pero al ver tu comportamiento... Yo-
La interrumpí besándola pero
— ¡¿Pero que diablos te pasa?! —Siri susurró con irá.
— Te veías tan adorable que simplemente quise besarte, jeje
*Pam*
Una cachetada fue directa a mi cara, me dolió pero no me quejé.
— Tú... Maldita puta, no quiero nada con alguien como tú...
Siri una vez más sujeto mi brazo y me arrastró hasta una de las
habitaciones, no me dijo nada, solo me lanzó un pantalón y se fue.
— Creo que lo arruine...
Me puse los pantalones y también tomé prestados unos zapatos, una
vez más baje, claro que traté de ocultar lo rojizo del golpe, incluso salí con
prisa para ver dónde estaba.
Era una granja, con bastas extensiones de tierra y árboles.
— Oh, señorita, ¿No le dije que descansara? —preguntó Kram al
verme salir
— ¿Y no dijiste también que ibas a trabajar?
— Oh sí, solo estoy volviendo por unas cosas, por cierto, mañana
iremos a la ciudad, no puedo dejar que andes por la casa mostrando tu pezones
como si nada
— ... Supongo que tendré que pagarte con sexo
— Señorita... Aunque soy un pervertido, tengo mis códigos, y no
puedo hacer algo como cobrarle con sexo por la ayuda que le estoy ofreciendo...
Mamá estaría decepcionada de mí...
Al ver su comportamiento no puede evitar recordar a cierta albina,
y suponiendo que fuera igual ella entonces, solo debía tentarlo... Pero no en
este momento, primero debía recuperar mi sensibilidad.
— ¿Eh? Eres raro, ¿Lo sabías? Cualquier otro hombre me hubiera
tomado a la más mínima oportunidad... Aunque no me molestaría si fuera alguien
como tú
— Señorita, por favor absténgase de tales pensamientos, en esta
casa fuimos educados para ser respetuosos con las mujeres
— Silvie...
— ¿Eh?
— Puedes llamarme Silvie, ese es mi nombre
— Ya veo, mucho gusto, Silvie
— Bien, Kram, como agradecimiento por salvarme... Déjame recompensarte con... ¡Esto!
Me desabroché la camisa revelando mis pechos.
— Silvie, no sé quién te hizo tanto daño, pero por favor entiende,
conmigo no tendrás que hacer tales cosas, te ayudaremos hasta cierto punto y no
te cobraremos nada, así que abstente de hacer eso
*Btom, btom*
En ese momento mi cara se puso roja, y mi corazón se aceleró...
Este chico, me había sonrojado, ya casi cumplía el año siendo mujer, y este
tipo... Este tipo era el primero que me trataba tan amablemente.
Pasé seis meses como esclava de un pedazo de basura que solo me
trataba como un mero objeto sexual, y el resto fui libre de tener sexo con
quién yo quisiera, siempre era algo casual, aventuras de una noche, no dudaba
en hacerlo con el primer chico que viera con buen físico y me tirara algún
piropo.
Pero este tipo, Kram, fue el primero que no saltó sobre mí al
comportarme como siempre, supongo que quedé impresionada. Volví a acomodar mi
pecho
— ... Bien, ¿Entonces cómo puedo pagar su amabilidad?
— Trabajo, hay muchas cosas que hacer en esta granja
— ... Sí —dije con amargura.
Así empezó mi vida en la granja, empecé por alimentar a los
animales y cambiar su agua, me tomo tiempo ya que mi fuerza había disminuido y
cargar las cubetas de agua era cansado.
Dormí como nunca esa noche.
A la mañana siguiente salimos a la ciudad en una carreta, era algo
incómodo. Me hizo extrañar el artefacto de Vania, ella simplemente se movía
mientras nosotras estábamos dentro con toda la comodidad del mundo.
Y después de varias horas horas.
Llegamos a la ciudad de Oturf, seguí a Kram mientras caminábamos
por las calles de esta, claro que hice uso de mis encantos femeninos, sin
embargo no parecía funcionar.
Caminamos hasta llegar a una gran tienda de ropa, de hecho era
bastante parecida a los centros comerciales de mi mundo original. Kram habló
con la encargada, ella hizo de guía y me recomendó varios conjuntos así como
ropa interior.
— ¿Es esto acaso un acto de redención?
Normalmente usaba ropa interior sexi, lasciva, obscena, como
quieran llamarle, pero justo ahora estaba usando algo más... Umm, tranquilo.
Había abrazado mi feminidad, tanto al punto que me enorgullecía de
mi cuerpo, pero ahora solo me queda eso y nada más, no tenía magia, ni
habilidades poderosas, ni siquiera mi sensibilidad. Y no había nada que pudiera
hacer para recuperarlo, pensé en acudir a los elfos pero ya ni siquiera tenía
sangre elfica, siempre me comunicaba con ellos por medio de magia pero ahora
era inútil, encontrarme con ellos también era difícil, eran buenos
escondiendose, tanto así que la mayoría los consideraba extintos, e incluso si
lograba dar con uno dudo que creyera en mí, solo había pasado unos días con
"mi reino" no fue lo suficientemente para familiarizarme con ellos, a
duras penas conocí mi nombre completo, Silvie Lifeatrel, de la familia real
Lifeatrel. Pero solo eso, el nombre de mis subordinados era algo mundano, la
información que tenía sobre ellos no era suficiente para probar mi identidad.
Así que lo descarté.
Seguimos con las compras, también aproveche para utilizar mis
encantos con Kram, y el siguió rechazandome.
Entonces, mientras caminábamos vi algo que me llamó la atención,
una armería, en todo ni tiempo en este mundo nunca entré a una, más bien, nunca
surgió la necesidad, tenía mi arco divino así que las flechas no eran un
problema, más bien, había muchas tiendas que no visitamos debido a la magia, la
comida, también, en especial con Vania y su gran surtido de comida mexicana.
"Realmente dependía mucho de la magia" pensé.
— Kram, em... ¿Podemos entrar a ese lugar? —señalé la tienda.
— Oh, no sabía que eras una guerrera
— Puede que no me vea como una pero soy muy buena con el arco,
jeje
— Bien, si tú lo dices... Igual nos vendría de maravilla una mano
más para defender la granja
Entramos a la tienda, Kram habló con el vendedor, rápidamente nos
mostró un arco de madera así como flechas y carcajs.
— Woah... —me sorprendí por el peso del arco
— ¿Todo bien señorita? —preguntó el encargado.
— Sí, solo que no recordaba que fuera tan pesado...
— Jajaja, muy buen chiste señorita pero ese es el arco más ligero
que tenemos, quizás la arquería no sea para usted —el encargado se burló.
— Aun así me lo llevo
Cerramos el trato con el vendedor, incluso agregó una armadura y
una daga.
Después de eso regresamos a la granja, bajamos las cosas y las
metimos en lo que ahora era mi habitación, empecé a cambiarme para practicar.
Me veía bien, creo...
Pero.
*tum*
Mis habilidades con el arco no...
— ¡Jajaja! Oye, ¿Realmente eres buena con el arco? —preguntó Kram
al ver mi pésimo tiro.
— ¡Sí lo soy! Solo... Estoy oxidada...
— Lo que tu digas, bueno, regresaré a la casa, todavía faltan unas
cosas que hacer, puedes seguir entrenando pero no te desveles haciéndolo,
mañana tendrás mucho trabajo que hacer
— Sí...
Seguí practicando mis tiros hasta que mis dedos se entumieran,
pero era inútil, mis flechas no llegaban ni a los diez metros, cuan patética
podía ser, mis buenos tiros solo se debían a mi don...
— Me niego a ser una inútil...
Dije eso para motivarme, entonces cerré los ojos, contuve la
respiración, me puse en posición y los abrí una vez más, jalé la flecha contra
la cuerda y luego la solté.
*¡Fum! ¡Tum!*
La flecha dio en el blanco.
Repetí el proceso una vez más, y seguí así hasta quedarme
dormida...
— vie... Despierta, Silvie
— ¡Ah!
Grité al ser despertada por Siri tan repentinamente.
— Dios, levántate de una vez y ve a desayunar —dijo Siri mientras
se iba.
— Espera, por lo de ayer... Lo siento
— Si quieres disculparte entonces será mejor que te largues
— No puedo hacer eso todavía, tengo que ayudar en la granja
— ¿Qué podría hacer una puta como tú? ¿Chuparle el pito a los
caballos?
— Muy graciosa, lo digo en serio, tu hermano fue muy amable
conmigo así que les pagaré ayudando en la granja, incluso preparando la comida
— No gracias, no comeré la comida de una puta
No dije nada, simplemente me preparé para salir, aunque me dolían
los brazos de tanto practicar.
Los días siguieron así, experimente muchas cosas nuevas, entre
ellas...
— Ghu... Uh... —jadeaba del dolor.
— Silvie, aquí está este té para tu periodo —Siri entró por la
puerta y dejo una taza de té.
— Gracias...
Había pasado una semana desdé que llegué a la granja, y dos días
desde que experimenté mi periodo como mujer por primera vez, era horrible, mi
vagina no dejaba de sangrar, mis sabanas estaban empapadas con mi sangre, no
existían tales cosas como las toallas para la zona intima. Y yo me sentía
totalmente débil.
"¿Así que así es como se sentían Vania y Hikari en sus
días?" Pensé, a lo largo de mi poca convivencia con ellas las vi sufrir la
menstruación en varías ocasiones, incluso llegué a pensar que exageraban...
realmente no lo hacían.
Así continuaron mis días en este lugar, a veces eran tranquilos, a
veces eran cansados. Tenía que defender la granja de olas de monstruos, era una
zona neutral pero eso solo aplica a los humanos, en cambio si un goblin o un
animal salvaje entraba no tenía ninguna restricción para causar destrucción,
por supuesto teníamos el permiso para defendernos.
Mi relación con Siri empezó mal pero fue mejorando con el tiempo,
en especial con mis platillos, después de probar algo hecho por mí se disculpó
inmediatamente, incluso se volvió más abierta.
En cuanto a Kram, nos hicimos más cercanos pero solo amigos, al
principio coqueteaba con él solo por mi orgullo como mujer pero poco a poco
sentimientos románticos ser formaron en mí ante su actitud... pasé de mis
estrategias lujuriosas a unas más suaves, pero no hubo nada, de hecho quería
confesarme pero no podía por temor a ser rechazada.
Y un año después...
*Cof... ¡Cof...!*
Knarf, el padre de Siri y Kram había enfermado, era una enfermedad
grave que lo habías tumbado en cama hace dos semanas.
— Lo siento, el señor Knarf ha contraído "Ardni"
actualmente no hay cura para tal cosa, es una poco común que debilita al
paciente hasta matarlo, viendo como está, le queda como mucho... uno o dos
meses —explicó una persona en bata blanca
— No me diga eso doctor, tiene que haber algo —suplicó Kram
— Lo siento Kram, pero esta enfermedad es tan rara que son muy
pocas las investigaciones que hay, incluso si lo llevará a un laboratorio
médico para ser analizado y encontrar una cura, tomaría más tiempo del que él
puede vivir... Pero hay algo...
— ¡¿Y qué es, doctor?! —interrumpió Siri
— Hace tiempo que una "santa" ha tomado fama en uno de
los reinos abandonados por los dioses, se dice que puede curar cualquier
enfermedad, la llaman "Fuego blanco" —mencionó el médico.
Esto último despertó mi interés, quizás podría recuperar mi
sensibilidad sí me encontraba con ella.
— ¿Y dónde se encuentran esas tierras? —pregunté con total
interés.
— Se encuentra al norte, cerca del reino del dios de las apuestas
—respondió el medico.
— ¡Pero llegar hasta haya nos tomará 2 meses, no llegaremos a
tiempo! —gritó Siri con una voz quebrada
— Entonces solo tenemos que traerla —propuse
— Silvie, aprecio tu preocupación pero necesitamos ideas reales —
dijo Kram con seriedad
— Lo digo en serio, yo iré hasta el reino donde se encuentra la
santa y la traeré
— Silv, dudo que alguien con el título de "santa" te
haga caso y te siga hasta este lugar —comentó Siri.
— Hablo enserio, solo denme un caballo, dinero y comida, y volveré
con la santa
— ... hagámoslo —dijo Kram con seriedad.
— ¿Hermano, estás loco! —Siri exclamó
— No es una locura, de hecho existe una posibilidad, si vamos sin
papá podemos y vamos ha caballo podemos llegar en 3 semanas... Si convencemos a
la sante, entonces podremos salvar a papá
Entonces el silencio reinó.
— ... Bien, hay que preparar todo, iremos por la santa —dijo Kram.
— No, iré sola... ustedes deben quedarse con su padre hasta el
final —detuve a Kram.
— ¡Pero...! —exclamó Kram.
— ¡Kram! ... Dejémosle esta tarea a Silv... — Siri tomó el brazo
de Kram.
Y sin decir nada empezamos a preparar mi ida, tomé mi arco y mis
flechas así como mi armadura, Siri preparó unas pocas raciones de comida y Kram
me dió un saco lleno de Xen y Cielo.
Estábamos afuera, a punto de montar mi caballo, despidiéndonos.
Siri fue la primera en hablar.
— Te voy a extrañar, Silv —dijo Siri mientras me abrazaba.
Entonces me soltó y se fue dejándome sola con Kram, no pude evitar
sonrojarme.
— Oye... —dijimos ambos.
— Tu primero —Kram me dio la palabra.
— Esto... Será un viaje peligroso... Y ahora que soy una una
simple humana... Quiero decir... Me he divertido mucho estando con ustedes...
Muchas gracias por cuidar de mí, yo... ¡Mmm! —fui interrumpida por los labios
de Kram
Kram me besó, y yo le respondí, sentí como nuestras lenguas
intercambiaban saliva, sentí dicha...
— ... Tú también me gustas
— Tú... Tonto... Por qué hasta ahora...
— Quería esperar un poco más pero no sé si serás capaz de volver
— ¿Desde cuándo...?
— Desde el primer día
— ¿Entonces por qué me rechazaste?
— No quería algo que solo fuera por una deuda o por tu calentura
de ese momento
— Tonto... Aunque esa fue una de las razones por las que me
enamoré de ti... Eres el primero en ser tan amable conmigo...
— Entonces... ¿Te gustaría ser mi novia...?
— ¡Sí, me encantaría! —dije abrazándolo.
— Bien, es hora de que te marches...
— Sí, pero antes... —toqué el bulto en su entrepierna— promete que
me darás duro cuando vuelva
— Lo haré
Con todo lo anterior dicho subí al caballo y partí hacia la
ubicación de la santa.
Pero no sería tan fácil como pensé.
Y una semana después...
— ¡Rápido Pohc! ¡Corre! —grité desesperada.
*¡Grrroaaahh!*
Gruñó la bestia enorme detrás de mí, lo llamaban lobo de piel
roca, realmente no eran una bestia difícil... Si tienes poder... Pero ahora que
era una simple humana...
— ¡Mierda, mierda, mierda!
Seguí cabalgando a toda prisa mientras sujetaba ni arco y apuntaba
a sus ojos pero era inútil, mi habilidad con el arco no se acercaba a su nivel
original.
Y finalmente pasó, la bestia logró alcanzar a Pohc y lo mordió
arrancado sus piernas y tumbándome en el acto.
Pohc se retorcía y relinchaba del dolor, yo me quede inmóvil ante
la bestia que marcaría el final de mi vida.
— Lo siento Kram, Siri... Les fallé... Vania, Hikari... Espero
estén bien... —dije llorando
Pero entonces.
— ¡Gran espada de la oscuridad! —la voz de una mujer sonó.
Y una enorme espada de luz oscuro cayó y corto la cabeza de la
bestia.
— O-O-Oye... ¿Te... encuentras... b-bien?
Me preguntó tartamudeando la mujer que me acaba de salvar, se
trataba de una elfo oscuro. Era la primera vez que veía a una mujer de los
elfos oscuros, desde que fui liberada por Vania y reunida con "mi
gente" me preguntaba que es lo quería al encontrarme con uno ya que los
elfos y los elfos oscuros han sido enemigos desde hace mucho tiempo, pero yo no
era del todo una elfo, solo tomé posesión del cuerpo de su princesa, no estaba
familiarizada totalmente con los elfos ni sus costumbres... Fue una de las razones
por las que preferí unirme a la aventura de Vania.
Tal vez como elfo hubiera peleado a muerte con la chica frente a
mí, pero ahora era una humana, no tenía ninguna razón para pelear.
— Sí, estoy bien, muchas gracias por salvarme
— ... N-No fue na-da ¿A dónde te diriges? ¡Si se puede saber! —la
elfo oscuro se exaltó con esto último.
— Sí, debo llegar con la santa-
— ¡¿S-Sa-Santa?! ¡Yo también voy con ella! Eh... ¿P-P-Puedo
unirme...? —la elfo junto sus manos mientras hablaba con timidez.
— Claro, pero tememos un problema —señalé el cadáver de Pohc.
— N-No... No es proble-blema... ¡Surge, Churro!
Una montura similar a la de Vania surgió.
— S-Sube... ¡Ah, Nakia! ¡Me llamo N-Nakia!
— Silvie...
Entonces me subí a la montura de Nakia.
— ¡Hii! —Nakia jadeo.
— ¿Estás bien?
— S-S-Sí... Solo necesito tomar... Mi espada —el tono de Nakia
cambio en el momento que sujeto su arma— Sujétate fuerte, Silvie... O te caerás
Jeje... Jejeje
— ¿Eh...? ¡¿Eehhh?!
La velocidad aumentó de golpe y me hizo gritar.
— Eso es, agárrame bien —dijo Nakia después de sentir mis brazos
haciendo fuerza en su cintura.
No recordaba que andar en una montura fuera así, ¿Era acaso un
efecto protector del sistema? ¿O simplemente se debía a los stats? Luego
pensaría sobre ello, ahora lo único que podía hacer era aferrarme a Nakia
mientras cerraba mis ojos.
— Protección —pronunció Nakia.
— ¿Ah? — dejé de sentir el fuerte viento
— ¿Ya estás mejor?
— Sí... ¿Qué fue eso...?
— Solo un hechizo para protegerte, parecías bastante asustada,
como toda una niñita jajaja —el tono tímido de Nakia había cambiado a uno más
seguro y confiado— Bien, desde aquí nos tomará tres días llegar a la santa,
solo haremos paradas para comer e ir al baño, el sueño puede recuperarse
llegando a la ciudad, ¿Te parece bien?
— ¡¿Tres días?!
— Sí, con la velocidad de Churro podemos llegar en ese tiempo
Y así seguimos durante tres días, realmente no pude apreciar el
paisaje más que las veces que nos parábamos para comer o ir al baño. Y las
conversaciones con Nakia eran medio raras, había momentos dónde hablaba con
timidez y otra con seguridad, todavía no estaba del todo familiarizada con su
comportamiento.
Pero cuando llegamos la ciudad, lo que había ante nosotras era una
larga fila de carpas.
— Alto, ustedes dos, nombres y lugar de origen —un hombre en
armadura se interpuso.
— Venimos a ver a la santa —respondí
— Sí, eso ya lo sé, todos aquí vienen por lo mismo, ahora necesito
sus nombres para registrarlas
— Soy Silvie de... Oturf... Y ella es Nakia, también de Oturf
El guardia se nos quedó viendo, permanecí tranquila mientras Nakia
se escondía en mi espalda.
— Bien, supongo que traen una tienda con ustedes y si no entonces
la ciudad le proporcionara una
— Ah, no la necesitamos, solo veremos a la santa y nos iremos
— Señoritas, ver a la santa no es nada sencillo, al igual que
ustedes todos desean verla para tratar alguna enfermedad o desmembramiento, a
partir de este punto de espera el tiempo aproximado es de dos meses
— ¡Debe a haber una manera! —entré en pánico
— Mmm... Aunque... Viéndolas bien, si nos divierten a mí y a los
chicos podemos darles prioridad...
Me quedé helada ante tal situación, antes hubiera aceptado sin
pensar pero ahora tenía mi insensibilidad y también tenía a Kram, nunca pensé
que llegaría el momento dónde sería una mujer fiel a un solo hombre.
Entonces...
— ¡Y-Yo lo haré! —Nakia habló
— Bien, tenemos un trato, vengan a nuestra tienda esta noche,
digan que vienen para donar jugo dulce —dijo el guardia antes de irse.
— Nakia, ¿Realmente estás bien con esto?
— ¡S-Sí! Es-Estaré bien...
Entonces nos dieron una tienda de acampar, y nos acomodamos, deje
a Nakia sola para poder explorar un poco, o más bien, obtener información del
lugar. Realmente era un aire lamentable solo había heridos y enfermos, aunque
sus caras mostraban una sonrisa, como si la persona llamada santa pudiera
devolverles su felicidad.
Cada persona con la que platicaba solo me contaba como uno de sus
conocidos había recuperado ya fuese una extremidad o curado de alguna
enfermedad.
Al final volví a la tienda sin nada grande entre manos, sin
embargo...
— Mmm... Oh... Silvie, no vi que habías llegado, dime, ¿No quieres
unirte? —dijo Nakia ahora con un tono sensual.
— No gracias, dejaré que te cambies para ir con los guardias, de
seguro tú tanto como ellos la pasarán bien
Dije dándome la vuelta pero...
— Ei, vamos, no seas así, vamos deja que tu cuerpo hable —Nakia se
paró detrás de mí y apretó mis senos.
No sentí nada.
— ¿Eh? Es extraño, normalmente las mujeres gimen cuando haces
esto, ya sé jeje... Dejemos que tu zona íntima nos diga la verdad —Nakia
dirigió sus manos a mi entrepierna
— ¿Podrías parar?
— ¡Woah! Tú realmente.... ¿No sientes nada? Oh... Así que por eso
vienes con la santa
— Mentiría si dijera que no... Pero ese es solo un objetivo
secundario, el papá de una persona muy importante para mí esta enfermo, así que
planeo llevar la santa hasta el
— Vaya soñadora que eres, ¿Crees que la santa abandonaría este
lugar por un solo enfermo?
— La convenceré, bien, ya sabes mis motivos para venir, lo justo
sería que digas los tuyos
— Sí~ Por lo que haz visto de mí ya debes de saber que soy una
campeona de los dioses, bueno, planeó hacer que la santa se una a mi grupo-
— Pfff ¿Tú, que te cuesta hablar con las personas? ¡Jajaja, es
gracioso!
— Si bien tengo mis problemas... Puedo entablar una charla
mientras cumple una de dos condiciones, ya sea tener una espada en mi mano o...
Estar excitada jeje
— Oh... Eso explica muchas cosas
— Ahora vayamos con los guardias continuaremos esto más tarde
— Oye —sujeté su brazo— ¿Enserio vas a ir así?
— Oh... De acuerdo, de acuerdo... Solo tomaré algo del
inventario... —entonces un abrigo cubrió el cuerpo de Nakia— ¿Nos vamos?
— Sí...
Caminamos hasta donde estaba instalada la tienda de los guardias,
Nakia fue quien dijo las palabras clave, rápidamente nos dejaron entrar.
— Realmente vinieron entonces, ¿Con quién empezamos? —le guarda se
nos quedó viendo con lujuria.
— Chicos, esta noche solo yo seré para todos ustedes, dejen a la
humana fuera, ¿Sí?
— Tienes mucho valor para hablarnos así
— Vamos~ les aseguro que se divertirán mucho más con estos
Nakia reveló sus pechos a los guardias.
— Jeje, siempre he querido hacerlo con un elfo oscuro
— No estas nada mal puta de los elfos
— Te llenaré con tanto semen que no podrás más
Los guardias no tardaron en soltar comentarios obscenos.
Y la "diversión" comenzó.
Nakia comenzó a chupar uno de los penes de los guardias mientras
sujetaba otro en cada mano, incluso uso sus axilas para complacer a otros dos
— Señorita, ¿No quiere unir-Ah! —el guardia fue interrumpido por
Nakia haciendo presión en su pene erecto.
— Dije que no la metieran, ¿Acaso quieres hacerme enojar?
El guardia desistió y yo solo me quedé viendo como Nakia se
regocijaba con los guardias. Antes me hubiera unido o masturbado mientras veía
tal escena pero ahora con mi insensibilidad... y Kram... simplemente no quería.
"Realmente parece ser mi arco de redención" pensé.
— Haa, vamos denme todo lo que tengan, voy a exprimir sus vergas
hasta dejarlos secos —expresaba Nakia con euforia
— ¿Realmente me veía así...? —susurré antes de salir de la tienda.
Decidí esperar afuera mientras Nakia se divertía, aún así sus
gemidos se escuchaban a través de las delgadas paredes de la tienda.
Y tres horas después...
— Vaya... ¿Enserio esperaste aquí todo el tiempo? —preguntó Nakia
al salir y verme sentada
— Sí... —traté de ignorar su piel bañada en semen— Entonces,
¿Conseguiste que nos dejen ver a la santa?
— Sí, no solo eso, me contaron sobre el lago de la santa, si vamos
ahora tendremos posibilidades de encontrarla
— ¿Lago de la santa?
— Sí, es donde toma su baño después de cada día de trabajo —Nakia
tomó mi mano— Vamos, te llevaré... Además yo también ocupo un baño
Nakia invocó su montura y empezamos a cabalgar en dirección a la
santa, viendo la gran fila por delante de nosotros, así como el templo de la
santa conforme nos acercábamos, pero lo pasamos de lado, el lugar que nos
importaba era el bosque detrás de este.
Pasó media hora hasta que dimos con el lugar, nos bajamos de
Churro para contemplar el lugar.
— ... Es... Hermoso... —dije asombrada.
Se trataba de un pequeño lago con una enorme piedra en el centro,
de hecho posiblemente entraría en la categoría de estanque, quizás lago solo
sea una exageración, o quizás yo me este equivocando, pero eso no importa. El
agua iluminada por la luz de la luna le daba un toque místico.
— Je, es solo un lago más, debes ser una mujer muy-
Antes de que Nakia, pudiera continuar la empujé al lago.
— ¡S-S-S-Silvie! ¡N-N-No hagas eso! —Nakia había vuelto a su tono
de siempre— ¿Eh? Está... ¿Caliente...?
— ¿Caliente?
Queriendo comprobarlo por mí misma metí mis manos en la orilla del
lago sintiendo el calor del agua.
— Bien, hazme un espacio, voy a entrar —dije desvistiéndome.
— S-Sí
Ambas nos desnudamos y nos pusimos de espaldas, Nakia se encargó
de guardar nuestras ropas.
Conversamos un rato más mientras nos relajabamos, sorprendente
Nakia podía hablar sin tanto titubeo conmigo a su espalda, ¿Quizás todo estaba
relacionado a su sentido de la vista? No lo sabía del todo pero no importaba,
nos estábamos relajando después de varios días de viaje, pero entonces...
— ¡Viene! —Nakia me tomó de brazo y me sumergió con ella.
Me guío hasta detrás de la enorme roca, y cuando por fin salimos a
la superficie...
— ¡Oy-mmm! —Nakia tapó mi boca con su mano.
— Shhh, mira despacio... —susurró Nakia
Yo solo asentí con la cabeza, me asomé lentamente pero no vi nada,
más bien la oscuridad no me permitía ver nada, "rayos, extraño cuando era
un elfo" pensé ya que la oscuridad no era un problema para los ojos de los
elfos, quienes habían desarrollado la visión nocturna como una característica
de su raza.
Poco a poco los pasos de un caballo se escucharon.
— ¡Ho! Llegamos, Ika. Fue otro dia cansado, pero por fin podré
relajarme~ — habló una voz femenina bastante familiar.
Aquella voz dejo de sonar, y a los varios minutos su figura fue
revelada por la luz de la luna, sin embargo no podía distinguirla del todo así
que me acerqué...
— ... ¿V-Vania? —pregunté atónita al ver a la mujer ante mí.
Cabello blanco, ojos púrpuras, su rostro, esos pechos y esa
figura, no tenía dudas de que la mujer ante mí era Vania.
— ¡Vania, realmente eres tú! —me acerque a Vania y la abracé.
Estaba muy feliz, había encontrado a mi primer amiga en este
mundo. Sin embargo...
— D-Disculpa... Creo que me confundes con otra persona... Yo soy
Shiro —dijo la chica que yo pensaba que era Vania con incomodidad.
— ¿Chiro? No, no, tú eres Vania, mi amiga
— ... Emmm... ¿Quién eres...?
— V-Vania, deja las bromas, soy yo, Silvie, tu amiga —mi tono de
alegría paso a uno un tanto preocupado.
— Lo siento... Yo... No te conozco
— ¡Vania, sé que me veo diferente, pero soy yo, Silv! —dije
preocupada.
— ¡B-B-Basta Silvie! —Nakia interrumpió— Ella es Vania...
S-Solo... Al parecer... Al parecer sus recuerdos... T-Tiene amnesia...
— ¿Am... nesia...? ¿Entonces saben quien soy en realidad? — Vania
preguntó con intriga.
— ¡Sabía que eras tú, Vania! ¡Me alegro tanto de volverte a ver!
—dije abrazándola y con lágrimas brotando de mis ojos.
Después de tan emotiva escena las tres nos relajamos en el agua,
bueno, Nakia y yo nos sentamos en la gran roca del centro, Vania se limpiaba el
cuerpo.
Y mientras charlábamos...
— ¡Q-Q-Qué! ¡¿Us-Ustedes también son cam-campeonananas?! —Nakia se
sorprendió al escuchar esto de nosotras.
— ¿Somos campeonas...? —Vania también preguntó pero sin asombro—
Ah... ¿Qué es una campeona...?
— Somos representantes de los dioses, pero parece que nuestra
estúpida diosa de mierda nos traicionó... —expliqué con rencor.
— ¿Y... Exactamente a que diosa representamos...?
— ... La puta de Rose... la mierda de diosa de la lujuria...
Maldición, mencionarla me deja un mal sabor de boca...
— ¡Ah! —Nakia gritó— ¡L-L-Las estuve buscando! ¡P-Por favor,
déjenme trabajar con ustedes! —Nakia tomó mis manos y las de Vania.
— ¡¿Eehhh?! —ambas nos sorprendimos.
De repente Nakia sacó su espada.
— ¡Ustedes! ¿Tienen idea de la gran recompensa que ofrecen los
dioses por sus cabezas?
— V-Vamos, Nakia ¿No nos mataras ahora que apenas nos hemos
reunido?
— Jeje... Podría hacerlo... —Nakia habló con un tono despiadado—
Pero vaya suerte del diablo que tienen, encontrarse un campeón podría ser una
muerte instantánea para ustedes dos, y más aún cuando tu amiguita jugó a la
niña buena ayudando a la gente a sanar heridas, realmente me sorprende que
ningún otro campeón se le pasara por la mente venir a este lugar. Según mi
información, cuando alguien está en la mirá de los dioses no duran más de un
mes antes de que sean cazados y eliminados, pero ustedes se han mantenido vivas
por un año, ¡Un puto año! Jajajaja... Hoy estan de suerte... ¡Porque voy a
unirme a su party!
— ¿Qué? —Vania y yo preguntamos.
— El dios de las apuestas encontró divertido en apostar por
ustedes, en apostar por Rose, y yo como su campeona, solo me queda seguir sus
órdenes.
— ¿No nos vas a matar? Preguntó Vania confusa.
— Nop
— Menos mal —Vania suspiró— puedo seguir curando gente
— ¡Quieres dejar tu papel de Santa y ser seria un momento! —grité
histérica— ¡Si vas a estar de nuestro lado entonces no nos apuntes con tu
espada, mierda!
— Lo siento jaja, necesitaba poder hablar bien de esto... Y bueno,
el modo tembloroso, ya sabes, no es bueno para explicar las cosas —justificó
Nakia aun portando la espada.
Después de calmarnos nuevamente seguimos platicando nuestras
historias después de lo que sucedió en Amore, parece que Vania terminó en este
lugar y que al principio no era tan concurrido como lo era hasta hoy, que había
sido gracias a sus poderes de curación...
— Espera, ¿Puedes usar las habilidades del sistema? —pregunté
— ¿Sis... tema?
— Olvídalo, ¿Puedes sanar heridas?
— Sí
— ¡Nakia, corta mi mano!
— ¡Sí!
— Oye, espera, que vas a- —Vania se preocupó al ver a Nakia tomar
iniciativa.
*Corte*
Mi mano había caido al agua mientras sangre brotaba de la herida.
— ¡Ahh! ¡Sanalo! —Contuve el dolor.
Entonces Vania frotó sus manos.
— ¡Sanación!
Un fuego comenzó a emanar de la manos de Vania creando vapor,
rápidamente las llevo a mi herida, el dolor comenzó calmarse y mi mano fue
regenerándose poco a poco.
Segundos después mi mano había quedado como nuevo.
— ... Realmente puedes curar... —me sorprendí de ver mi mano
intacta— ¿Y los demás hechizos?
— ¿Hechizos?
— Sí, eres una hechicera, tienes un montón de hechizos
— Ah... Lo siento, solo puedo curar...
— Vaya, realmente han sido nerfeadas —Nakia se burló— Ya veo
porque mi dios apostó por ustedes
— Ah... Chicas... Me siento cansada... ¿Podemos... Podemos ir al
templo...? —Vania se desmayó.
— ¡Vania!
Preocupada, le pedí a Silvie sacar nuestra ropas, caminamos en la
dirección de la que salió Vania y encontramos un caballo y su ropa, la
cambiamos rápido y la subimos a la montura.
Y 30 minutos después...
— ¡Alguien, ayúdenos!
Grité ni bien llegué al templo.
— ¡La santa! ¡¿Qué le pasó?! —nos preguntó un viejo en ropas
blancas
— ¡Se desmayó después de sanar mis heridas!
— Ah... Tranquilas, es normal en ella ¡Traigan una poción de mana!
—ordenó el anciano.
Rápidamente trajeron la botella y se la dieron de beber a Vania.
Lentamente volvió a abrir los ojos
— Su santidad, le he dicho que no trate personas si no lleva con
usted una poción de mana a la mano
— Ah, lo siento, señor Uyr, se trataba de una emergencia... —Vania
justificó con cansancio.
— Y bien, ¿Quiénes son las mujeres que la acompañan?
— Oh... Son viejas amigas... Al parecer saben de mi pasado...
— Ya veo, prepare algunas camas adicionales para que puedan dormir
con usted
— Muchas gracias, señor Uyr...
— Ahora descansé, mañana será un día igual de pesado
Después de eso llevamos a Vania a su habitación, era bastante...
Simple.
Vania cayó rápidamente dormida, Nakia también durmió, y yo me
quede pensando en todo lo que ha pasado.
Yo perdí mi sensibilidad y Vania su memoria, parece ser que cada
una de nosotras perdió algo más que solo el sistema, "me pregunto que
estará haciendo Hikari en estos momentos... Y qué habrá perdido..."
Pensé...
Y después de tratar de analizar más las cosas quedé dormida.
-------------------------------------
A la mañana siguiente.
— woah... ¿Ya es de día? —pregunté recién despertando.
— S-Sí, Vania ya se fue...
— ¿Eh, adónde?
— D-Dijo que tenía que hacer s-su trabajo como s-santa...
— Ya veo... ¿Qué tal si vamos a visitarla?
— M-M dijo que p-posiblemente harías eso... A-Así q-que me dejó un
m-mensa-saje...
— ¿Qué es?
— "C-Cuando este-temos en público, llámenme-me Sh-Shiro"
dijo ella... ¡Sin tartamudear, claro!
— De acuerdo
— Ah... Algo más... N-Nos dejaron ro-ropas para usar...
Era una vestimenta sencilla; una falda azul y una playera blanca,
no nos tomó mucho vestirnos así que salimos a ver.
— Uff... Otro paciente tratado... Poción de maná... por favor
—Habló Vania con cansancio
— Sí, aquí tiene
Vania tomó la poción y la bebió como si estuviera en el desierto y
por primera vez en varios día hubiera encontrado un botella de agua.
— Jeje, espero que cuando recuperes la memoria no estés vistiendo
eso —me burlé.
— ¿Eh, por qué?
— Lo sabrás en su momento... Ahora que lo veo, tu cabello es mucho
más largo...
— Eh, sí a Nek le gusta así —Vania se ruborizó.
— ¿Nek?
— ¡O-Olviden eso!
— ¿E~Eh? Vamos afuera, Nakia, dejemos a V... a Shiro trabajar...
Salí junto con con Nakia, y tan pronto me aleje del lugar...
— ¡Jajajaja! —estallé en risa— ¡Tiene a alguien que le gusta!
¡Jajaja, es tan gracioso!
— ... ¿S-Silvie... Q-Qué le parece tan gra-gracioso?
— ¡Jajajaja...! Uff... Lo siento... Es tan hilarante... Te
explicaré cuando ella recupere su memoria, ¿Bien?
Después de eso exploramos el lugar, había pocas construcciones en
el lugar, de hecho eran solamente tres las que estaban completas; una tienda de
ropa, otra de comida y otro edificio poco más grande que los anteriores que era
una posada. El resto seguía en construcción.
Vivimos en esa tranquilidad durante unos días hasta qué...
— ¡Han vuelto, la brigada de fuego blanco ha vuelto! —interrumpió
un mensajero
Y al oír esas palabras, el rostro de Vania se iluminó.
— ¡Bien, aquí terminamos! ¡Díganle a los pacientes que hoy
cerramos temprano! —Vania salió corriendo.
Nosotras la seguimos, resulta que varios hombres montados en
caballos habían llegado, y no solo eso, llevaban con ellos una enorme bestia.
— ¡La cacería fue un éxito! ¡Esta noche cenaremos como reyes!
—expresó uno de los hombres al bajar de su montura.
Los pocos pobladores así como los visitantes expresaban alegría
ante su excito, pero Vania...
— ¡Nek! —La chica en prendas de sacerdotisa corrió hacia uno de
ellos y lo abrazó
— Woah, Shiro, tranquila
— ¡L-Lo siento! —Vania se apartó— Estaba preocupada, ya sabes lo
peligroso que es participar en la cacerías
Por un momento ambos se miraron a los ojos, así que...
— ¡Shiro! ¡¿Quién es tu amiguito de aquí~?!
Interrumpí.
— ¿Quien es ella, Shiro? —Nek preguntó.
— Ah, ella es... Al parecer, ¡Una amiga! —Vania se puso nerviosa.
— Silvie, amiga de V... Shiro, mucho gusto
— Nek, el gusto es mío, cualquier amiga de Shiro es bienvenida.
Las cosas siguieron su rumbo, los heridos fueron tratados por
Vania, el resto de los guardias vigilaban los alrededores, los visitantes
esperaban su turno con deseo, al parecer así había sido la rutina diaria de mi
salvadora.
Finalmente llegó la cena, el platillo era carne de bestia, con una
pequeña mesa en la cual estábamos sentados los residentes del santuario.
— Oye, Nek, dime, ¿Fue peligrosa la cacería? —pregunté mientras me
aferraba su brazo.
— No realmente, algunos de nuestros hombres salieron heridos pero
no es nada que Shiro no pueda curar jajaja
— ¡¿Eh~ en serio?! ¿Y que hay de ti? ¿Hiciste algo importante en
esa cacería? —actué como una niña aduladora.
Nek siguió hablando y yo seguí preguntando, claro que alcance a
ver las miradas de celos de Vania, dios, por dentro me estaba aguantando las
ganas de reírme.
Y entonces.
— Bien, yo me retiro, estoy muy cansada de tanto trabajo, solo
quiero darme un baño e ir a dormir —expresó Vania con un tono apagado.
— Te vas a dar un baño, déjame acompañarte —insistí
— ... Claro... Puedes venir conmigo
Las dos nos retiramos y caminamos hasta el el establo en
santuario.
— Sin resentimientos
— ¿De que hablas? —preguntó Vania confusa y nerviosa.
— Vamos, te vi como me mirabas mientras abrazaba a Nek, ¿Te gusta,
no es así?
— ¡Eh! ¡¿Gu-gustarme él?! ¡Cla-claro que no! Es solo un idiota
apuesto de buen corazón al que le gusta ayudar a la gente! ¡Cómo podría
gustarme alguien asi! —Vania respondió nerviosa
— Incluso con amnesia sigues siendo la misma~ Entonces~ ¿No te
importa si-
— Ni lo sueñes, perra —Vania habló en un tono amenazante mientras
me tomaba de los hombros.
— ¡Así que sí te gusta! ¡Jajajajajaja! ¡Ay dios! ¡No puedo con
esto!
— ¡¿Qué es tan gracioso?!
— Dudo que lo creas si te lo digo, pero cuando recuperes tu
memoria y sepas de esto, ¡Dios! Vas a querer morir... —me tranqulice— Bien,
tranquila niña, no voy a quitarte a tu noviecito, al contrario, voy ayudarte
— ...
— Mira, te dire que haremos, pero antes, ¿Hay algun
establecimiento de aguas termales en el lugar?
— ¿Aguas termales?
Y así comenzó nuestro... Bueno, mi plan para hacer que Vania se
juntara con su amor platónico. Realmente no había aguas termales en este mundo
así que tuvimos que elaborar nuestra propia versión, lo cuál no fue difícil ya
que entre los pacientes había ingenieros, magos y clérigos; al parecer también
existían estas clases sin necesidad de ser un campeón, aunque la diferencia de
poder era enorme. Se les dio prioridad de tratamiento a cambio de su ayuda,
también hubo mano de obra puesta por más pacientes. Con su ayuda logramos crear
un sistema de tubería que daría con la zona designada para estás aguas termales
artificiales, y con ayuda de los clérigos y magos se imbuyeron piedras mágicas
con las magias "calentar" y "purificar", las cuales fueron
colocadas de manera que mantuvieran el agua caliente y a la vez la purificaran,
también se creo un sistema mágico que se encargaría de transmitir man a estas
rocas para que siguieran funcionando, también, para que todo el tiempo valiera
la pena, estuve "enseñándole" algunos trucos a Vania para que los
usara con Nek, incluso pregunte por sus intentos de ligue, vaya que eran
patéticos y divertidos, aunque Nek también era un idiota para comprender las
intenciones de la albina.
Y finalmente, después de tres semanas.
— Nek... ¿E-Estas listo para... recibir... un... un...
s-servicio... especial? —Vania estaba avergonzada.
— ¿Eh? Silvie, Shiro también... ¿Qué hacen aquí...?
— Bien, ahora haz como te enseñé —le susurré a Vania.
— Sí... P-Por favor relajé, Nek... Me encargaré de hacerte sentir
bien... — Vania se quitó la toalla.
— ¡Shiro! —Nek se puso de pie tratando de pedir una explicación.
Y entonces...
*Muah*
Vania le robo un beso.
— Nek... Desde que te conocí, poco a poco fuiste conquistando mi
corazón a tal punto de que no puedo dejar de pensar en ti, me gustas y como soy
una estúpida en el amor esta es mi forma de mostrar mi afecto hacia ti... Así
que deja que te dé un baño... y quizás algo más... —confesó Vania.
Nek no dijo nada, en su lugar tomó asiento mientras dejaba que
Vania hiciera todo.
Ella empezó tal cual le dije, con masaje de pechos en su espalda,
Vania enjabonó sus tetas y las frotó contra la espalda de Nek
— ¿Te gusta, Nek?
— Sí, tus pechos... Se sienten bien...
— Me alegro... Ahora... date la vuelta
Nek se dio la vuelta revelando su pene totalmente erecto.
— ¡Es g-grande! —Vania se sorprendió.
— No realmente —interrumpí
— Este... Señorita Silvie... Podría darnos un tiempo a solas
— Lo siento muchacho pero tengo que ver como mi amiga conquista al
chico que le gusta —mentí.
Tratando de ignorarme Vania llevó el duro miembro entra las
piernas de Nek a su boca, y por las expresiones de Nek podía decir que él lo
estaba gozando.
Y yo, yo no podía evitar sentir un poco de envidia.
Podía ver a Vania totalmente mojada en su concha, "¿Esta chica era tan zorra?" ¿Así era yo cuando chupaba uno de esos?", varias preguntas pasaron por mi mente mientras veía tal escena, aunque una que me interesó más que las otras fue el número de felaciones que ha hecho esta chica, creo que con este sería el tercer pene en su boca, asumiendo que le dio un oral a Hikari cuando aún era hombre y al sujeto que le dio ese mapa que dejó dentro de una botella en el coño de Vania.
Y entonces...
— Ah... Bien... Creo que ya estoy lista, ¿Cierto, Silvie?
— Por supuesto que sí, desde aquí puedo ver lo mojada que estás,
supongo que debes esperarlo con ansías
— Bien... Ahora recuéstate, Nek... Deja que yo me encargue del
resto —dijo Vania nerviosa
Ambos se acomodaron, con Vania arriba, acomodando el duro trozo de
carne para entrar por su orificio.
*Sonido de penetración*
— ¡Ngh! — Vania jadeó.
Lo normal sería moverse pero instantes después de que Vania fuera
penetrada se quedó quieta.
— Señorita Silvie... Creo que Shiro se desmayó...
— ¿Eh? No creo que... —me acerqué a ver— Oh... Ja... Jaja,
¡Jajajaja!
— ¡Oye, no es gracioso! —Nek se enojó.
— Lo es cuando conoces bien a tu amiga… Ayúdame a cambiarla, la
llevaré a su habitación.
Increíble, Vania se había desmayado por solo ser penetrada, no
puedo esperar a que recupere la memoria, ya quiero ver sus reacciones.
Y así Vania fue dejada en su dormitorio, me quedé con ella por si
llegaba a despertar, y Nakia aprovecho para darse un baño en las aguas termales
de la santa... Sí, ese fue el nombre que acordaron la mayoría, claro que Vania
se negó por no pudo contra la mayoría.
Y a la mañana siguiente...
Me desperté, Vania seguía durmiendo, o eso pensé.
— Mmm... —Vania abrió los ojos.
— Por fin despiertas dormilona
— Emmm disculpa pero... ¿Quién eres?
— ¿La cojida te borró la mente? ... Aunque realmente no fue una
cojida... —me detuve de hablar.
Entonces noté la mirada de Vania, una mirada que denotaba
confusión.
— Vania... ¿Acaso tú...?
— ¡Rose! ¡Esa hija de puta! —Vania se levantó de la cama— Seas
quien seas, gracias por cuidar de mí, pero... Mierda, no tengo ropa en el
inventario
— ¿Inventario? Espera... ¡Vania! —la abrace.
— Wow, emmm... ¿Nos conocemos?
— Vania, soy yo, Silvie
— ¡¿S-Silvie?!
— ¡Sé que es difícil de creer por cómo me veo ahora pero soy yo,
por alguna razón ahora soy humana!
— ¡Cómo conocí a Silvie! Si me dices eso, te creeré —Vania me
miraba con duda.
— Je, que sencillo, me encontraste siendo violada por el hijo del
dueño de aquellas tierras, tú junto con varios elfos interrumpieron en el
momento.
— ... ¡Realmente eres Silvie, me alegro que estés viva! ¿Pero que
rayos te pasó? —Vania preguntó tocando mis orejas y observándome
detalladamente.
— No lo sé, cuando desperté ya estaba así, rayos han pasado muchas
cosas, tenemos mucho de qué hablar
— De acuerdo, pero no me llames Vania, me llamo Vania, no Vania...
¡Fuck!
— Así que los ajustes de Rose siguen ahí... Espera, ¿Dijiste
inventario? ¡¿Tienes acceso al sistema?!
— De alguna forma, ¿Por qué lo preguntas?
— Yo... Yo perdí el acceso...
— Oh... Eso deber ser terrible...
— No tienes ni idea
— Por cierto, ¿Por qué estoy solo en ropa interior...?
— Em bueno, así es como has estado durmiendo desde que te encontré
— Espera, ¿Me encontraste? ¿Cuánto llevo así?
— ... Casi un año
— ¡¿Un año?!
— Su santidad, ¿Se encuentra bien? —una voz masculina habló al
otro lado de la puerta.
— ¿Santidad...? —Vania estaba confusa.
— Esa eres tú —dije susurrando.
— ¿Eh, soy una divinidad?
— Algo por el estilo... Solo responde que estás bien y que no
trabajarás hoy
— ¿Trabajar hoy, yo trabajo?
— Sí, solo hazlo
— ... ¡Sí, estoy bien, solo me sorprendí... Al ver una fecha...!
Ah, hoy no trabajaré...
— Su santidad, tal cosa debe reportarse con el señor Uyr —explicó
la persona en la puerta— ¿Gusta que le dé el mensaje por usted?
— Eh... ¡Sí, hazlo por favor!
— De acuerdo, su santidad —la persona se fue.
Volvimos a estar solas, nos sentamos a hablar, incluso invité a
Nakia a unirse a nuestra conversación.
— Entonces, ha pasado un año desde lo de Rose... Vaya mierda... ¿Y
ella es...? —Vania señaló a Nakia con la mirada.
— Ella es Nakia, gracias a ella pude llegar hasta aquí... Cosa que
me recuerda... Tengo un favor que pedirte...
— Habla
— ¡Por favor ven conmigo a Oturf! —hice una reverencia.
— ¿Eh?
— ¡Necesito de tus poderes curativos para sanar a alguien!
— No ha pasado un día desde que recupere mis memorias y ya estás
pidiendo tal cosa… De acuerdo, supongo que es muy importante para ti y ya que
hemos pasado por mucho, lo haré. Pero voy a necesitar que me expliques que ha
sido de mí en estos últimos días.
— Sí... Creo que él más adecuado para explicarte tu situación
es... Nek...
— ¿Quién es Nek?
— Fufu... Será mejor que lo descubras por ti misma, ahora ve y cámbiate,
será mejor que veas todo lo que has hecho.
— ¿Hice cosas?
— Claro que sí, por algo te llaman la santa de fuego blanco
— ... ¿Quién me puso un título tan ridículo...? —Vania se encogió
de hombros— amm... ¿Y qué ropa debo usar?
— Esto —señalé su atuendo de trabajo.
— ... Tienes que estar bromeando
— No es una broma, no sé cuánto tiempo llevas como santa pero esto
es lo que has usado mientras curas heridas
— ¿Puedo curar heridas? Ah, espera, hacia eso antes de... ¡La
playa!
— ¿Eh? —Nakia y yo estábamos confusas.
— Cuando estábamos en ese lugar neutro, mientras tú y Hikari...
¿Dónde está ella?
— Desconozco su ubicación
— ... Ya la encontraremos, pero continuando. Ese día fui a la
playa y me encontré con personas pidiendo ser curadas por mí, no dejaban de
insistir así que los traté, entonces apareció una notificación, era algo sobre
la divinidad... ¡Stats!
— ¿Ves algo?
— ... "Acercamiento a la divinidad: 14.99%"... Supongo
que es lo que me permite usar el sistema, aunque también es raro...
— ¿Qué cosa?
— El color del sistema, antes de tenía un tono azul, ahora es
dorado...
— Esto solo trae más incógnitas
— Emmm y-yo creo que puedo ayudarles... —Nakia rompió su silencio.
— ¿Cómo? —pregunté.
— Emm... P-Podría apostar por la información... ¡C-Con el dios
d-de las apuestas, claro!
— ¿Puedes hacer eso? —preguntó Vania con intriga.
— Sí... P-Pero será c-complicado... —respondió Nakia
— Bien, preparen todo, saldremos en dos días, yo tengo que
investigar que fue de mí cuando tuve amnesia, y de paso hablar con quién esté a
cargo
— Ah, se llama Uyr, parece una buena persona así que debe
comprender
— Uyr... Lo tengo, bien, volveré más tarde
Con eso dicho Vania salió por la puerta.
Y dos días después.
— Bien, nos marchamos ya, volveremos dentro de unos días, he
dejado suficientes pociones de curación para tratar con los heridos durante mi
ausencia.
— Shi... Vania, yo... —Nak se armó de valor para hablar.
— No digas nada, lo que pasó entre nosotros ese día solo fue un
capricho mío, espero encuentres una buena mujer.
— Eh~ así que pasó algo al final
— Cállate. ¡Ahora en marcha, Nakia!
— ¡S-Sí!
Así fue como partimos desde este reino abandonado por los dioses
hasta Oturf, con la montura de Nakia solo nos tomaría cuatro días llegar, no
podía sentirme más tranquila teniendo tiempo de sobra para tratar al papá de
Kram.
[Fin del capítulo 7]
No hay comentarios.:
Publicar un comentario