Renata ¡Buuu!
Ismael: ¡Waaa! ¡¿Qué estás
haciendo?! (¡No vengas con solo una toalla que ya no soy un niño!)
Renata: ¿Es algo malo en que quiera
pasar tiempo con mi precioso hijo?
Ismael: Lo es si interrumpes mi
tarea… ¿De qué se trata ahora?
Ismael y Renata tenían una relación
madre e hijo muy especial, pues no había secretos entre ellos, además de que
Renata siempre ha tratado con mucho cariño a Ismael, últimamente ambos pasaban
su tiempo juntos comprando y probando productos que encontraba Renata en
internet, el costo no era problema alguno pues su trabajo como maestra le
permitía darse dichos lujos, ya fuera un super pegamento con la potencia
suficiente para armar un vehículo de varillas, pistolas mata moscas, juegos
retirados del mercado por ser inadecuados o peligrosos, herramientas que
parecían ridículas pero eran eficientes, etc. Aun que a Ismael no le gustaba
que su mamá gastara dinero en esas cosas no podía negar que de vez en cuando se
divertía así que sabia que cuando su mama se le acercaba sin importarle que
estuviera haciendo tarea significaba que había encontrado algún otro articulo
extraño. Por el momento lo más extraño que habían conseguido fueron una caja de
píldoras con distintos efectos aleatorios o era así hasta que…
Renata: Veras… conseguí una maquina…
Ismael: ¡Oh no! A como lo dices
suena algo malo, suenas igual que como con esas píldoras…
Renata: Tranquilo Ismael… esta vez
no serás una hormiga
Ismael: ¡¿Una hormiga?! ¡Te recuerdo
que casi morimos por el zapato de papá!
Renata: Cariño supéralo, volvimos a
la normalidad o ¿Me vas a negar que no te divertiste siendo una hormiga?
Ismael: … Si… fue divertido… pero
-suspira- bien… ¿Qué hace la maquina?
Renata: Se que sonara difícil de
creer, tal vez ridículo, pero la maquina puede intercambiar los cuerpos de dos
personas…
Ismael: Déjame adivinar ¿Quieres que
cambie de cuerpo con papá?
Renata: ¡Casi!... quiero que cambies
de cuerpo ¡con-mi-go!
Ismael: ¡¿Eh?! ¡Estas bromeando!
¡¿Verdad?! ¡Soy un hombre! ¡No quiero ser una mujer!
Renata (suplicando): ¡Oh vamos!
¿Serias tan cruel como para no dejar que tu mamá pueda experimentar ser joven
otra vez?
Ante el chantaje de su madre Ismael
no tuvo opción de negarse
Ismael: Bien ¡Pero tienes que
terminar mis tareas!
Con eso dicho Renata comenzó a
explicar cómo funcionaba la máquina, era algo simple, la máquina comenzaba a
trabajar colocando uno de sus dedos en una pequeña apertura para después
recibir un leve pinchazo con el cual la máquina recolectaría una muestra de su
sangre, después debían presionar el botón en la parte superior que decía
“change” después de presionarlo ambos cambiarían de cuerpo. También menciono
que es muy importante que ambas partes estén de acuerdo en cambiar o de lo
contrario la maquina no funcionaria. Una vez hecho todo eso podrían cambiar en
cualquier momento siempre y cuando los dos estuvieran de acuerdo. Después de
explicar todo lo anterior encendieron la maquina, colocaron sus dedos,
presionaron el botón y todo se puso negro para ambos
Renata: ¿Cómo te sientes “mamá”?
Ismael: ¡N-No me digas así! Rayos me
siento viejo y el peso en mi pecho está matándome ¿Cómo puedes vivir con estas
cosas? Se mueven demasiado…
Renata: ¡Hey! ¡Cuida tu lenguaje
jovencito! Bien, tengo que ensañarte a ser una mujer y sobre mi trabajo si vas
a estar en mi cuerpo.
Ismael: ¡¿Estas diciendo que voy a
ir a tu trabajo?! ¡No quiero! ¡No quiero
trabajar con niños!
Renata: ¡Eh! Pero si ya trabajas con
tus compañeros cariño ¿Qué son unos cuantos alumnos?
Ismael: ¡Absolutamente no! ¡Es por
que también soy un niño que me niego! ¡Son desordenados, autoritarios y solo
saben hacer preguntas tontas!
Viendo la actitud de su hijo Renata
presiono el botón de la máquina, cosa que dejo aturdido a Ismael al ver que no
hubo cambio.
Renata: Escucha atentamente “mami”
si quieres volver a tu cuerpo entonces tendrás que hacer mi trabajo ¿Si? De lo
contrario espero que disfrutes de mi hermoso cuerpo el resto de nuestras vidas
Con tal amenaza Ismael solo pudo
resignarse a tomar el trabajo de su madre, por suerte era fin de semana así que
aprovecharon para intercambiar conocimientos sobre la vida fuera de casa del
otro, Renata le explico cómo hacer su trabajo en una escuela pública, las
actividades para la clase, el nombre de sus alumnos, arreglarse como mujer,
etc. Mientras que Ismael le contaba sobre como era estar en una escuela
privada, sus compañeros, el montón de tareas que tenía, etc. También acordaron
mantener el cambio en secreto de Isaac, Padre de Ismael y esposo de Renata,
pues sabían que los regañaría si se enteraba del cambio y habiendo
experimentado el castigo por el incidente de las píldoras lo que menos querían
era revivir aquellos traumas.
Finalmente llego el lunes en la
mañana. Ismael en el cuerpo de su madre se arreglo con un conjunto elegido por
Renata, era un traje bastante ajustado junto con una minifalda igual de
apretada, unas medias y un par de tacones, le costaba un poco moverse y daba
una imagen bastante sexi de su madre, cosa que no quería, pero tenía que
vestirlo si quería recuperar su cuerpo, por otro lado, Renata en el cuerpo de
Ismael llevaba puesto su uniforme escolar, el cual le resultaba bastante
cómodo.
Al estar cambiados de cuerpo y con
Ismael sin experiencia en conducir en el cuerpo de Renata, decidieron pedir un
Uber dejando primero a Renata a su nueva escuela mientras Ismael se dirigía a
la escuela de su madre a dar clases, a pesar de que Renata era maestra de
primaria decidió meter a su hijo en una escuela distinta pues pensaba que
estando en el mismo lugar solo lo mimaría y lo convertiría en una persona
incapaz de actuar por sí mismo.
Finalmente llego a la escuela donde
trabajaba su madre, aun estando aturdido por la diferencia entre ambientes
logro mantener la compostura y saludar al director, compañeros de trabajo de su
madre y alumnos que se encontraba rumbo al salón de clases.
Sonó la campana y los alumnos de su
madre comenzaron a llegar al salón Ismael solo podía mostrar una sonrisa
mientras pasaba lista y pensaba para sus interiores lo molesto que era la ropa
que había elegido Renata para el, era ajustada, obstruía el movimiento, odiaba
la sensación que le daban las bragas al meterse en sus nalgas y los tacones le
estaban matando. Era un infierno para el, si a eso le sumamos el aburrido
método de enseñanza de su madre y los niños en desorden parecía que Ismael
experimentaría la semana más molesta de toda su vida, o eso pensó hasta que
cambio de estrategia, cambio las largas y aburridas explicaciones de su madre
por explicaciones breves y juegos divertidos para los niños, por lo que ellos
también empezaron a responder positivamente, para el final de la clase los
niños se habían retirado mas contentos que nunca y esto hizo sentir bien a
Ismael quien al llegar a casa cambio por completo las planeaciones de su madre
haciéndolas mas llamativas y entretenidas para los niños.
Fue más tarde que llego Renata en el
cuerpo de Ismael, pero parecía bastante cansada, tanto que solo ceno y se fue a
dormir.
Así fue la rutina toda la semana
hasta que llego el viernes, El trabajo de Renata terminaba temprano ese día,
pero Renata en el cuerpo de Ismael, seguía en la escuela, al parecer tenia
practica musical y habían acordado quedarse toda la noche para practicar por lo
que Ismael tenia la casa para el solo.
Esta era una oportunidad que el no
dejo pasar pues si algo tenía en mente desde el inicio del cambio era el poder
probar el alcohol, pero no podía hacerlo porque Renata lo regañaría. Se dirigió
a la cocina y en uno de lo estantes donde reposaban varias botellas de whisky
tomo una, la abrió y al no poseer experiencia con la bebida dio un sorbo
directo de la botella, le sabía bien así que tomo de golpe media botella, cosa
que no debió hacer…
Ismael: Mmm me siento raro… ¡Ah!
Tengo musho calor… creo que voy a…
dormir… debería… funshionar…
Golpeado rápidamente por los efectos
del alcohol Ismael se dirigió a la habitación de su madre pues esa era su
habitación ahora, le costó, pero termino cayendo en la cama.
Ismael: ¡Kya! ¡eshtos malditosh
peshos! ¡Shon tan moles! ¡Kya!
Molestado por el balance de sus
pechos decidió apretarlos pensando en ello como una forma de castigo, pero
surgió una sensación.
Ismael: ¡Ah! She… Shiente bien… mi … Vagina… shiento
calentito…
El calor de su cuerpo sumado con la
embriaguez que estaba pasando hicieron que Ismael dejara de pensar
correctamente, en estos momentos solo quería darse placer, pero…
Isaac: Cariño ya ¡Wow! ¡realmente no
podías esperarme!
Isaac, quien había estado afuera por
un viaje de negocios llego a casa antes de lo esperado y para su sorpresa
encontró a su esposa jugando consigo misma cosa que lo excitó demasiado pues
solo podía pensar en ella y el placer que tendrían al hacerlo en cuanto
regresara así que se comenzó a desvestir. Por otra parte, Ismael no pudo evitar
ceder ante sus nuevos impulsos femeninos los cuales reconocieron aquel pene que
le ha dado incontables noches de placer, su vagina hormigueaba por lo que sabia
que debía hacer, rápidamente abrió sus piernas con una cara que le decía a
Isaac que podía hacer lo que sea con ella.
Ismael: ¡Aahhhhn!
Isaac: ¿Se siente bien cariño?
Ismael: ¡Shi! ¡Muy bien! ¡No te
deteengaas!
Isaac: Cielos cariño, te dije que no
bebieras alcohol, sabes que no eres muy tolerante a ello ¡Oh!
Ismael: ¡C-Cáshate! ¡Mmm! ¡Sholo
quería ¡Ah! probar un poco! ¡Oh!
Isaac: Y mira como acabaste ¡Oh!
Estas apretando más fuerte
Ismael: ¡Porque me gushta! ¡Ahh!
¡Másh duro! ¡Hmmm!
Isaac: ¡Creo que estoy a punto de
venirme!
Ismael: ¡Hazlo adentro! ¡Ah!
Isaac: ¡A sus órdenes mi reina!
Ismael: ¡Yo también me vengo!
¡Aaaahhhhhhhhhh!
Después de aquel sexo apasionado
ambos cayeron dormidos, Isaac por el cansancio de su viaje mientras que Ismael
por la enorme carga de placer que recibió de hacerlo con su papá en el cuerpo
de su mamá. No fue hasta que Ismael se despertó a media noche que reflexiono
sobre lo que había hecho.
Ismael: (AH… ¡No puedo creer que lo
hice con mi papá! ¡Dios! ¡Mamá va a matarme! ¡Mmm! ¡¿Eh?! Siento algo en mi… la
vagina de mi mamá… ¡No me digas que! ¡Oh no!... ¡Dios!... ¡Se vino dentro de
mí!... no debí probar de esa botella… Mama va a matarme… no, matarme no va a
ser suficiente… Pero… mmm… ¿Y sí?... si… si yo me vuelvo mi mamá… entonces no
puede hacerme nada… además… creo que le agarre gusto a su vida… ella también
parecía divertirse con la mía… pero sobre todo… no creo que pueda renunciar a
tal placer… de solo pensarlo… hace que me pique ahí abajo… si… no hay de otra…
creo que voy a disfrutar mi nueva vida como mamá)
Ismael seguía sumergido en sus
pensamientos. A pesar de odiar ser su mama al principio al final lo termino
disfrutando, sobre todo después de probar el placer femenino, no quería
renunciar a eso. Entonces recordó las instrucciones de la maquina “para que el
cambio funcione, ambas personas deben de estar de acuerdo” con eso en mente
sabia que no tenia que preocuparse por volver a su cuerpo y que su mamá ahora
hijo no podría obligarlo a cambiar. Después de llegar a esa conclusión Ismael
volvió a dormir. Solo para ser despertado a la hora del desayuno con una gran
sorpresa.
Isaac: Buenos días cariño, te traje
el desayuno
Ismael: ¿El desayuno eres tu o por
qué sigues desnudo?
Isaac: Yo soy el postre cariño
Ismael: Ven aquí, creo que es hora
de continuar lo que dejamos pendiente
Isaac: No se diga más
Ismael: ¡Ah! ¡Si! ¡Más duro! ¡Oh!
¡Ahhh!
Lo hicieron durante toda la mañana
hasta que llego Renata, que se sorprendió por ver a su esposo antes de tiempo,
pero estaba tan cansada que fue directo a su habitación a dormir
Renata: ¡Ah! ¡Enserio! No sé cómo
puede Ismael soportar todo esto, muchas tareas, demasiadas actividades
escolares ¡Me duele todo!... Bien ya me divertí, o más bien sufrí… es hora de
volver a cambiar, Ismael debe estar ansioso por volver a su cuerpo.
Renata saco la maquina de su
escondite y presionó el botón para volver a su cuerpo, pero al ver que no paso
nada comenzó a desesperarse
Renata: ¡¿Eh?! ¡¿Por qué no
funciona?! ¡vamos! No me digas que se descompuso ¡Vamos! ¡Funciona por favor!
¡Ya no aguanto el estilo de vida de mi hijo!
El estrés y cansancio la hicieron
caer profundamente dormida y al darse cuenta de esto Isaac e Ismael ahora
disfrutando su vida como Renata decidieron ir a cenar y tal vez algo más.
Antes de irse Ismael le dejo una nota explicando lo que había sucedido y agradeciéndole por su nueva vida esperando que ella también disfruté la suya. Esperemos Renata reaccione bien a esto y pueda adaptarse al pesado estilo de vida de su hijo… o bien pueda pedir a su nueva mamá que lo cambie a una escuela menos exigente.
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